Prevención de úlceras por presión

Hoy tratamos un problema de salud que además de afectar al estado general y calidad de vida de quiénes las padecen, también repercute en sus familiares y cuidadores, por la dedicación y cuidados que necesitan; son las úlceras por presión.

Las úlceras por presión, también conocidas como escaras, son lesiones que se producen en la piel y el tejido inferior por presión durante un periodo largo de tiempo en la misma postura.

En la mayoría de ocasiones, suele afectar a lugares donde la piel está muy cerca del hueso, como por ejemplo, talones, tobillos, codos, cadera o coxis.

Las lesiones ocasionadas pueden ser desde una pequeña rojez de la zona, hasta llegar a grandes heridas que afectan al músculo y/o hueso.

Suelen afectar a personas con movilidad reducida, como personas encamadas o en silla de ruedas, que no pueden cambiar de posición. Y son causadas por el apoyo continuado en una superficie dura, por roces, por falta de higiene, por sequedad de la piel, irritaciones por humedad, etc...

Teniendo en cuenta las causas de las escaras y dónde suelen aparecer, podemos realizar una serie de cuidados para intentar prevenirlas:

Examinar la piel al menos una vez al día.

Sabemos en los lugares donde suelen aparecer, por ello, se puede aprovechar el momento del aseo del paciente, para revisar dichas zonas y ver si tiene rojeces o heridas.

Mantener la piel limpia y seca.

Es muy importante el estado de la piel. Se debe lavar con agua tibia y jabones que no irriten la piel. Además se debe hidratar la piel con crema, evitando los productos con alcohol.

Prestar más atención en casos de incontinencia.

Cambiar la postura del paciente cada 2-3 horas.

Es primordial el cambio de postura. Si el paciente puede por si solo, o sino con ayuda externa. Se debe mantener una correcta posición en todo momento, con una distribución del peso de manera uniforme. Evitar la movilización con arrastre, ya que puede ocasionar también escaras por el roce con las sábanas.

Tener una dieta variada y equilibrada.

También es importante tener una ingesta importante de líquidos.

Proteger las zonas de riesgo.

Es recomendable para ello el uso de colchones, cojines, almohadas,...que alivian la presión de las zonas más propensas a sufrir escaras.

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